Ser espiritual no necesariamente significa ser religioso. Estar en contacto con Dios, buscar paz para nuestra alma, sentirnos en verdadera unión con nosotros mismos es mas que un destino, es un camino, una forma de vida. Ser espiritual es tomar conciencia que no somos solo un cuerpo, sino que poseemos una esencia más simple, más básica pero al mismo tiempo más elevada.
La religiosidad es uno de tantos vehículos de los que nos servimos para transitar esa ruta, como también lo pueden ser las técnicas de meditación y terapias como el Yoga, entre otras.
La comunicación y/o terapia con los ángeles puede ser igualmente considerada como uno de esos recursos que están a nuestra disposición para encontrar ese estado y posterior estilo de vida, con la diferencia que no se tienen reglas preestablecidas, rituales elaborados, ni místicos. Se trata simplemente de aceptar que tenemos amigos incondicionales prestos a servirnos, guiarnos y acompañarnos cada que sea necesario, para este caso específico en nuestro proceso de desarrollo espiritual. Sin importar cual sea nuestro Dios, cual sea nuestra religión, nuestros ángeles estarán ahí. Por consiguiente no es mas espiritual quien más reza o quien mas asiste a los rituales religiosos que promulga su iglesia. Se puede decir que aquellas personas simplemente hacen más uso de la herramienta que mas les gusta, pero eso no los hace más o menos espirituales que quienes son mas básicos en sus procesos.
